Rajoy le pide a Venezuela que haya separación de poderes y se deje actuar a la Justicia independientemente, entre otras cosas.

No sé si reír o llorar.

La actual situación de nuestra Justicia, con un ministro que debería dimitir o ser cesado, así como el fiscal general, el fiscal anticorrupción o el segundo del ministerio del interior es a mi juicio gravísima, un descrédito para el sistema democrático y un insulto para los profesionales de esta disciplina y la ciudadanía.

Van saliendo noticias, (ahí su afán de amordazar a la prensa como han hecho con la ciudadanía) de chivatazos, de inacción teniendo datos y sospechas o acusaciones que son intolerables en un estado de derecho, en una democracia por novata o chapucera que sea. Me inclino a pensar que los argumentos estrafalarios y esperpénticos con los que los responsables políticos y la cúpula judicial nombrada por este gobierno (algunos al gusto de imputados) se debe al enorme lodazal de corrupción que salpica en unos casos y en otros impregna al partido que gobierna con cada vez más “casos aislados”. Es indignante escucharles justificar lo injustificable a veces con argumentos que rozan el infantilismo. Se ríen de la oposición y de nosotros mientras dinamitan los pilares de la democracia.

¿Qué pasaría en este reino si la Justicia fuese independiente y hubiese separación de poderes real? Aún con las injerencias del gobierno salen casos en toda la geografía teniendo a cargos del PP como investigados/imputados por sus acciones durante años, legislatura tras legislatura ¿Cuántas cuestiones habrán quedado en el anonimato y la impunidad? ¿Cuánto de nuestro dinero han dilapidado para favorecer a sus amigos o a ellos mismos?

Desde que ganaron las elecciones han aplicado medidas de austeridad suicida que han debilitado todos los servicios públicos, con consecuencias graves en sanidad, dependencia, servicios sociales, prestaciones a colectivos o personas desfavorecidas; con un empeoramiento de la educación pública, de la limpieza viaria, del mantenimiento de infraestructuras… Ahora tenemos que enterarnos que su gestión mientras recortaban lo básico tenía fines punibles.

Han gestionado mal por incapacidad o por corrupción o por ambos motivos y en muchos casos el “castigo” es el nombramiento en otro puesto de dirección público donde seguir actuando y cobrando del erario.

Tenemos un presidente que cobró sobresueldos, que dice no se enteraba de ninguna de las presuntas tramas delictivas que pululaban a su alrededor, que está protegiendo a investigados (imputados) y poniendo trabas gracias a sus subordinados en las investigaciones de corrupción que les afectan, que tendrá que declarar por la trama Gürtel. Responsable de un partido sospechoso de financiarse ilegalmente así como sus campañas gracias a corruptelas. Y no pasa nada, se tolera. Se suman los escándalos y no hay ninguna medida disciplinar porque lo que pretenden es normalizar su delincuencia y que prime la impunidad.

Una parte de la ciudadanía y de la oposición han decidido que lo responsable es que gobierne el PP. “Poner la zorra a vigilar el gallinero”. ¿Quién se fía de la actual Justicia? ¿Qué pasa con el caso Puyol, miedo a que hable el honorable y salgan “pringados” todos los estamentos de poder del reino? Mientras, una noticia sobre la petición de condena de cárcel a una pareja que robó comida caducada nos revuelve las tripas, como otros muchos casos en los que impera la injusticia. ¿Cuántos inocentes en las cárceles y cuantos saqueadores sueltos en muchos casos en cargos de relevancia?

No es responsable dejar gobernar, legislar a un partido al que han calificado en algún juzgado, así como a parte de los imputados, como banda organizada.

En Madrid desde el “Tamayazo”, (¿nos acordamos? los populares se instauraron en la presidencia de la Comunidad de una forma bochornosa gracias a dos traidores que le regalaron el sillón a Esperanza Aguirre con un “golpe de estado”), desde que gobierna el PP se han sucedido denuncias de la oposición y movimientos ciudadanos sobre las prácticas irregulares, alegales, ilegales, delictivas que están saliendo ahora a la luz, muchas no prosperaron porque quien está en la fiscalía anticorrupción era fiscal jefe en la Comunidad. ¿Se admitiría la actual situación en otro país de la UE? No creo.

No lo toleremos, no callemos, no dejemos que los tentáculos de la corrupción, la mala praxis y la injusticia se extiendan por doquier y formen parte de lo cotidiano.