Alardea el gobierno en funciones de que no nos ha multado Bruselas, que contentos y satisfechos se les ve, total los recortes que ponen encima de la mesa solo nos afectarán a la ciudadanía, esa a la que se ha exigido sacrificios para el objetivo de déficit que no han cumplido ni un solo año de la legislatura. A este gobierno neoliberal lo que le alegra es que Europa le exija lo que en realidad son sus objetivos desde que aterrizaron en Moncloa. Privatizaciones que son origen de corrupción, desvío de presupuesto de lo público y básico a sus negocietes y los de sus amigos. No se aplican la austeridad que defienden, no se ajustan las partidas presupuestarias que les puedan afectar, y no se sonrojan cuando apuntan vilmente a los enfermos que piden medicación culpabilizándoles de que no les cuadren las cuentas.
A estas alturas todos deberíamos saber que aunque más de siete millones les voten esta gente no tiene vergüenza ni sentido de la realidad. Vinieron a hacer negocio. Se autoproclaman liberales argumentando que el Estado no está para ayudar a la ciudadanía ni cubrir necesidades a la vez que viven de lo público, del saqueo del erario, de supersueldos, plurisueldos y sobresueldos, cuando no de sobres con billetes de quinientos euros, de tener los gastos pagados y prebendas. Sus ingresos simplemente por dietas son más del doble del salario mínimo interprofesional.
Antes de hablarse de los 10.000 millones de euros que hay que volver a recortar ya se manejaban cifras en torno a los 28.000 millones, por lo que a día de hoy no sé si alguien, quizá las cúpulas tumefactas de esta sociedad saben cuál es la cifra final. Bruselas no sólo pone precio sino que señala dónde ha de aplicarse, más IVA, más impuestos, menos presupuesto aún para sanidad, educación, dependencia… No apuntan a mermar el disparatado presupuesto de defensa que se gasta en armamento y no en cubrir carencias estructurales, para eso tenemos un ministro que es vendedor de armas. Tenemos a uno en economía que salió de donde engendraron esta crisis financiera porque a los culpables no se les ha juzgado se les ha premiado para manejar las cuentas desde diversos gobiernos. No sugiere Bruselas que eliminen partidas a la religión, tauromaquia, a financiar a la patronal, los partidos políticos o los sindicatos vendidos, ni les piden a la casta política que se rebajen el sueldo o que disminuya el número de cargos a dedo, o que se paguen los gastos como todo hijo de vecino.
Quien mejor que otra que no ha trabajado nunca, aunque sí cobrado de lo público, como ministra de Trabajo diseñando la reforma laboral que afecta a la mayoría pero nunca a ella ni sus cercanos. Reforma que precarizando el empleo está contribuyendo a que mermen los ingresos a la seguridad social junto a los descuentos a empresarios para hacer desaparecer las pensiones públicas de jubilación. Que ha convertido a la clase trabajadora en mano de obra barata sin derechos y dispuesta a esclavizarse por unas migajas.
Los patriotas vende patrias han dejado un solar en su “amado” país, un pozo sin fondo para la mayoría mientras se enriquecen cometiendo legalidades que deberían ser delito, o cambiando las leyes para blindar su impunidad.
Las urnas sólo deciden a quiénes habrá que exigirles desde la movilización y la responsabilidad ciudadana. Y nuestro gran problema es que la mayoría prefiere dedicar esfuerzo a buscar pokemons, a defender a su equipo de futbol o a decir que bueno, que qué le vamos a hacer.
Lo peor que nos puede pasar es que vuelva a gobernar un partido sumido en la corrupción de muchos de sus miembros y de la propia organización. ¡Uy si se recuperase el dinero público que han expoliado durante años! Nunca pensé que habría un presidente peor que Aznar pero en eso sí se superan: Rajoy el de los reales decretos, el que no sabe dialogar ni pactar, el que ahora debe estar Marca y puro en mano esperando que alguien le resuelva la situación porque lo único que ha hecho es decir que quiere gobernar, el que no sabe ni expresarse, el que a una gran parte de la sociedad nos provoca vergüenza ajena dentro y fuera de las fronteras. ¡Necesitamos alguien en Moncloa dispuesto a “levantar alfombras y abrir cajones”! ¡Necesitamos a alguien que frene las imposiciones de austeridad suicida de Europa! ¡Necesitamos que alguien nos diga la verdad!
Mejor unas terceras elecciones que un mal gobierno a quien no le importen las consecuencias de estas políticas.
NO AL TTIP, CETA, NI TISA. NO AL NEOLIBERALISMO PSICÓPATA. NO A LA EUROPA DEL CAPITAL QUE LO ANTEPONE A LAS PERSONAS. NO A GOBIERNOS CORRUPTOS FACILMENTE SOBORNABLES. NO A UNA SOCIEDAD CONSENTIDORA Y CÓMPLICE. NO A LA INJUSTICIA Y LA DESIGUALDAD. NO A LA VULNERACIÓN DE DERECHOS HUMANOS.
DIGAMOS ¡NO! A MÁS DE LO MISMO