ME PREOCUPA

Me preocupa lo que pueda pasar este domingo en Catalunya y en el resto del reino.

No estoy de acuerdo en cómo se han desarrollado los acontecimientos desde el Govern y el Parlamento catalán. Tampoco con el Gobierno de la nación y su partido que son quienes nos han llevado a esta situación insostenible levantando el “hacha de guerra” atacando al Estatut, no sentándose a negociar para buscar soluciones políticas y amparándose en una Justicia que ellos mismos han nombrado.

Me preocupa que tanto los de la ex CIU como los del PP estén usando al resto de formaciones o poniéndolas en evidencia forzando a posicionarse ante el referéndum del 1 O. No hay dos bandos, no, eso es lo que pretenden los que están impregnados de corrupción y buscan su impunidad arropándose con banderas y cada uno con su nacionalismo.Leer más »

Y AHORA ¿QUÉ?

Comenzaré manifestando que no soy de banderas, ni fronteras, ni nacionalismos ni de todo aquello que divide pueblos y le da el poder a los que los pisotean se sirven de ellos y no los respetan, aunque los utilicen en favor de sus tesis.

Mi opinión y conclusión es que los culpables del actual conflicto con Catalunya son las derechas, la nacional y la catalana, que comparten estar salpicadas de corrupción en sus filas y posiblemente en sus propias organizaciones y que usan las mismas estrategias aferrándose a sus banderas, al nacionalismo que cada una defiende y de lo que tratan es de desviar la atención de sus miserias y de sus corruptelas.

Para Puyol, para Mas la investigación sobre posibles delitos durante sus gobiernos era atentar contra el pueblo catalán. Para Rajoy la Gürtel era un montaje contra el PP no una trama del PP.

Lo cierto es que ambas partes, supuestamente en conflicto, a través de discursos manipulados han ido acercando a “su bando” y a sus postulados a grupos incluso ideológicamente contrarios en otras cuestiones.

Lo del nacionalismo y el patriotismo desde la izquierda me resulta imposible de entender por lo que he manifestado en el encabezado.

El individuo Rajoy provocó el inicio de la actual situación con la campaña contra el Estatuto catalán e hizo que creciera el independentismo como “efecto rebote”. Este señor es de los que “tiran la piedra y esconden la mano”. Su estrategia de no hacer nada y esperar que las cosas se resuelvan es habitual, y parece que no le va mal según los votos que le regalan las urnas. Al PP le gusta usar el argumento de constitucionalistas y anticonstitucionalistas, pero se olvida de cada vez que el Tribunal Constitucional ha dictado como inconstitucional alguna de sus medidas como la amnistía fiscal de Montoro, o el euro por receta en Madrid, o la privatización por decreto del Registro civil… Sentencias que no les han traído consecuencias.

No estoy de acuerdo en cómo se han desarrollado los acontecimientos desde el Parlamento catalán. Creo que es bueno que haya referéndums, creo que la democracia no se debe resumir en votar cada cuatro años menos aun cuando cada voto no vale lo mismo dependiendo de desde donde se vote y a qué partido se vote. Consulta sí, pero así no.

Curiosas las risas y charla distendida de Sanchéz-Camacho y Puigdemont en el bar del Parlament tras los duros enfrentamientos entre sus formaciones en la sesiones. Cuando vi la escena solo pude pensar que de quienes se ríen ambos es de la ciudadanía, de toda la ciudadanía.

Mientras a la derecha se le llena la boca de patriotismo firman tratados de “libre comercio” en el que nos hacen perder la soberanía nacional en favor de multinacionales.

Lo cierto es que entre unos y otros nos han llevado a la situación actual. ¿Qué pasará el 1 de octubre, qué pasará a partir de esa fecha? ¿A quién o quiénes beneficia el enfrentamiento y la polarización del conflicto? ¿Les pasará factura su incapacidad para resolver políticamente lo que no debería haber llegado al ámbito judicial?

Mientras en tertulias, noticias, declaraciones.., se focaliza solo el tema de Catalunya, no se habla de los juicios de presuntos corruptos políticos y de la impunidad, tampoco de la precariedad, miseria laboral y de las cifras enmascaradas de empleo y desempleo, ni de los desahucios que no han acabado, ni de los miles de enfermos que no pueden pagarse sus medicamentos, ni del desmantelamiento de la Educación y la Sanidad pública mientras se financia la concertada o la privada, ni de las víctimas de terrorismo machista, las reconocidas en los listados oficiales y las que son excluidas de los mismos, ni de las consecuencias de la reforma del Código Penal supuestamente para facilitar la detención de terroristas yihadistas y que a quienes apresan es a titiriteros, tuiteros, usuarios de Facebook, cantantes o políticos a la vez que queda patente que  no ha servido para prevenir el atentado en Catalunya, ni de las vulneraciones de Derechos Humanos que lleva a cabo el gobierno del reino, ni de la desprotección a la que condena a nuestros conciudadanos en el extranjero la derogación de la justicia universal,  ni de la preocupante sequía que nos está asolando dejando poblaciones hasta en Galicia sin suministro de agua con el agravamiento de poner en manos privadas nuestros recursos hídricos algunos bajo la lupa de la Justicia como la gestión del Canal de Isabel II, ni de la privatización de servicios a favor de empresas de cercanos que están sustituyendo a las fuerzas de seguridad del Estado y de Comunidades Autónomas.

A mí lo que me gustaría es que todos pudiésemos votar en un referéndum vinculante para optar y decidir entre un modelo republicano o monárquico. A mí lo que me gustaría es que se desalojase de ladrones y malos gestores todas las instituciones, sean del “color” que sean. A mí lo que me gustaría es que los que han salido elegidos en las urnas gobernasen para el pueblo y no para servirse del mismo y lograr sus objetivos personales o partidistas. A mí lo que me gustaría es que de esta crisis en la que nos han metido los tahúres políticos saliese algo positivo.

 

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